miércoles, 21 de diciembre de 2011

Serendipia en el Liderazgo


Cuando la complejidad asedia al liderazgo, contar con el surgimiento de soluciones fortuitas e intuitivas (especialmente las atribuibles a la casualidad, coincidencia o accidente) se convierte en una opción riesgosa, pero valiosa. Según Alicia Pomares de Humannova, “tener la mente abierta y atenta a los cambios, al poder de lo inesperado” (Pomares, 2011), es parte de esta fascinación llamada Serendipia que intercepta liderazgo con innovación. Wikipedia refiere a Serendipia  como “un descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado”. (Wikipedia, 2011).
En la historia de la ciencia  y en obras literarias son frecuentes las atribuciones de importantes descubrimientos a serendipias. Por ejemplo, Albert Einstein reconoce esta cualidad en algunos de sus hallazgos, así también el Principio de Arquímedes, el Post-It y el descubrimiento de América son ejemplos fáciles de ver sobre cómo funciona esto. Una forma moderna y habitual de serendipia es practicada al navegar en Internet, ya que la red “nos lleva por caminos inesperados a descubrir y encontrar información que no estábamos buscando.”(Pomares, 2011).
El término serendipia deriva del inglés serendipity, neologismo acuñado por Horace Walpole en 1754 a partir de un  cuento tradicional persa llamado «Los tres príncipes de Serendip», en el que los protagonistas, unos príncipes de la isla Serendip —que era el nombre árabe de la isla de Ceilán, la actual Sri Lanka),— solucionaban sus problemas a través de increíbles casualidades (Pomares, 2011).
Si bien la serendipia trata de aquellos hallazgos providenciales que emergen sin haberlos planificado; sin embargo, precisa no solo ser vista como una casualidad que aprovechamos, sino como una habilidad. Para Pomares, “es la facultad de los individuos que, receptivos a la casualidad, hacen de la misma inferencias valiosas, deducciones que contribuyen a la ampliación de los campos del saber y a la innovación. La intuición, la sagacidad, la perspicacia que conduce a aplicaciones valiosas.”(Pomares, 2011) Es decir, la serendipia requiere de una mente en movimiento para que ocurra, no emerge sola. Precisa atención intencional, sentido de alerta, preparación, atención y nociones desarrolladas del contexto. Si bien, como comenta John Adair, “nace de la curiosidad y del foco abierto”; es importante “estar preparados, para esperar lo inesperado.”(Pomares, 2011)
Lo importante desde el liderazgo es desarrollar intencionalmente capacidades colectivas para  aprovechar oportunidades casuales, de vez en cuando caminar por senderos no habituales, y  mirar con nuevos ojos paradigmas antiguos; en pocas palabras, evocar la serendipia.

Pomares, A (2011) Srendipity. Mensaje colocado en http://serendipia2.wordpress.com/blog/

Wikipedia (2011) Serendipia. Tomado de internet el 20/12//2011 de http://es.wikipedia.org/wiki/Serendipia/

domingo, 11 de diciembre de 2011

Líderes “Hechos en Casa”


Es importante comprender el origen del sistema desde el cual fluye todo líder, especialmente en relación a la constitución esencial que desde el hogar es entretejida para producir líderes. La cotidianidad del hogar forja un conglomerado de hábitos que derivan en el esquema de aprendizaje y desarrollo. La sociedad de hoy parece estar delegando al sistema (colegios, institutos, universidades, clubes, televisores, internet, etc.) la formación de los niños; sin embargo, el gran reto es enfrentar la realidad de que los niños aprenderán de aquellos a quienes vean modelar (ya sean sus padres o no). Por eso es preciso abrir oportunidades para que los líderes del futuro (niños) vean como alguien “lidera” en las situaciones cotidianas (decisiones, solución de problemas, actuación ante incertidumbre, enfrentando los retos diarios e inesperados, etc.), y nada mejor que el hogar intencionalmente haciendo esto desde el liderazgo de los padres. Manuel Barroso se refiere a esto al decir que “Los padres dan la oportunidad, crean el contexto familiar; donde los hijos pueden arraigarse, identificarse con modelos y referencias de adultos, vincularse a otros y desempeñarse” (Barroso, 2005)
Las experiencias que vive cada miembro de una familia le ayudan a construir el fundamento para su crecimiento biológico; el cual según el mismo Barroso, consta de cuatro pilares que son: arraigo, identidad, vinculación y desempeño (Barroso, 2005). El que ha vivido en familia, especialmente en un contexto funcional sano, no solo que ha aprendido a funcionar  dentro de esquemas funcionales, sino que también se percibe como competente para desempeñarse igualmente en cualquier otro contexto, tanto en el presente como en el futuro. Los líderes que emergen de este contexto se muestran más efectivos en tomar riesgos, en solucionar problemas, en comunicarse, y son los que están más atentos a tomar en cuenta las necesidades propias y las de los otros. A la final, se convierten en interesantes prospectos para enfrentar los retos de la sociedad actual.

Barroso, M. (2005). Meditaciones Gerenciales. Editorial Galac. Caracas, Venezuela.