El liderazgo
se caracteriza por la capacidad de lograr que aspiraciones visionarias,
usualmente relacionadas con mejores estados de existencia, se hagan realidad.
Eso viene acompañado de logros o metas particulares, con especificidad, y que
requieren de mecanismos claros para la producción de resultados. Cada proyecto
es la sistematización de mini-logros que requirieron concreción y precisión. Del
latín praecisĭo, la precisión es la necesidad y obligación
de exactitud y concisión a la hora de ejecutar algo. Un líder preciso es
acucioso, atento al detalle, interesado en cerrar ciclos, objetivo, y
responsable con los estándares fijados. Es también alguien que se esmera en
proveer un contexto comunicacional de claridad, no de ambigüedad. Ser preciso,
en el contexto del liderazgo, muchas veces implica querer ser expuesto
intencionalmente a la realidad a fin de poder descifrarla tal cual es (no más
bonita, ni más fea) y poder así enfrentarla. Enfrentar la realidad con precisión
es hacerlo tal cual es y en el momento preciso, no antes, no después.
Si bien la
precisión no es perfección, si implica una especie de incomodidad proactiva
ante la imperfección, ante lo que no cumple con las expectativas o estándares fijados.
Otra forma de verlo es una tendencia hacia la excelencia que demanda el manejo
continuo de altas expectativas de parte del líder para su equipo, de su
compromiso, de sus cumplimientos y de sus estándares de ejecución. Una de las
razones principales por las que conviene que la imprecisión en la gestión de equipos
de trabajo sea afrontada y minimizada es que da lugar al retrabajo, al desgaste,
al cinismo y al mal uso de los recursos. Los líderes desarrollan una pasión por
la precisión, ya que aprecian a su equipo, en un sentido les retan a ser cada
vez mejores, pero a la vez les acompañan en apoyo y ánimo. Sería impropio
demandar mucho del equipo sin serle de ejemplo, nutrirle, equiparle y ser de
apoyo en el camino.
Algunas prácticas
o disciplinas que facilitan la precisión individual en el contexto del
liderazgo organizacional son:
·
Calendarización: Muchas cosas quedan sin hacerse gracias a que nadie las agendó, o las
colocó en el cronograma. Mi buen amigo en entrenamiento Arnoldo Arana habla de
la importancia de “presupuestar el tiempo” necesario para lo significativo. La mayoría
de los ejecutivos desarrollan algún tipo de agenda o calendario que les
mantiene enfocados en lo importante.
·
Tomar notas en las reuniones: En la mayoría de las organizaciones destacadas que hemos asesorado en temas
de liderazgo hemos notado que sus equipos gerenciales “Toman nota”, es decir,
han labrado un sistema de escribir todo, durante reuniones o fuera de ellas.
Toman nota de los detalles, los acuerdos, las fechas, los encargados, entre
otras cosas. Esto permite no solo dejar un registro de lo acordado, sino que
también facilita el poder darse cuenta de asuntos significativos y delegar el
seguimiento efectivo a los acuerdos.
·
Mantener Limpio el escritorio: Otra práctica de efectividad en el liderazgo es la gestión de la
documentación, tanto física como virtual, con criterio, disciplina y orden.
Entre muchos documentos es difícil hacer seguimiento y estar pendiente de los
detalles. Una gestión de gran efectividad usualmente es proactiva en crear
sistemas que no dejen nada pendiente, que prioricen; y eso hace estar a la
mente más atenta y en posición para abordar los detalles que van surgiendo.
Si bien la
búsqueda continua de la precisión no es el único atributo de un líder para la
excelencia en su gestión, es sin duda uno que genera belleza, exactitud,
resultados y bienestar en la gestión.