lunes, 29 de mayo de 2017

La virtud de la precisión en el liderazgo


El liderazgo se caracteriza por la capacidad de lograr que aspiraciones visionarias, usualmente relacionadas con mejores estados de existencia, se hagan realidad. Eso viene acompañado de logros o metas particulares, con especificidad, y que requieren de mecanismos claros para la producción de resultados. Cada proyecto es la sistematización de mini-logros que requirieron concreción y precisión. Del latín praecisĭo, la precisión es la necesidad y obligación de exactitud y concisión a la hora de ejecutar algo. Un líder preciso es acucioso, atento al detalle, interesado en cerrar ciclos, objetivo, y responsable con los estándares fijados. Es también alguien que se esmera en proveer un contexto comunicacional de claridad, no de ambigüedad. Ser preciso, en el contexto del liderazgo, muchas veces implica querer ser expuesto intencionalmente a la realidad a fin de poder descifrarla tal cual es (no más bonita, ni más fea) y poder así enfrentarla. Enfrentar la realidad con precisión es hacerlo tal cual es y en el momento preciso, no antes, no después.
Si bien la precisión no es perfección, si implica una especie de incomodidad proactiva ante la imperfección, ante lo que no cumple con las expectativas o estándares fijados. Otra forma de verlo es una tendencia hacia la excelencia que demanda el manejo continuo de altas expectativas de parte del líder para su equipo, de su compromiso, de sus cumplimientos y de sus estándares de ejecución. Una de las razones principales por las que conviene que la imprecisión en la gestión de equipos de trabajo sea afrontada y minimizada es que da lugar al retrabajo, al desgaste, al cinismo y al mal uso de los recursos. Los líderes desarrollan una pasión por la precisión, ya que aprecian a su equipo, en un sentido les retan a ser cada vez mejores, pero a la vez les acompañan en apoyo y ánimo. Sería impropio demandar mucho del equipo sin serle de ejemplo, nutrirle, equiparle y ser de apoyo en el camino.

Algunas prácticas o disciplinas que facilitan la precisión individual en el contexto del liderazgo organizacional son:

·         Calendarización: Muchas cosas quedan sin hacerse gracias a que nadie las agendó, o las colocó en el cronograma. Mi buen amigo en entrenamiento Arnoldo Arana habla de la importancia de “presupuestar el tiempo” necesario para lo significativo. La mayoría de los ejecutivos desarrollan algún tipo de agenda o calendario que les mantiene enfocados en lo importante.

·         Tomar notas en las reuniones: En la mayoría de las organizaciones destacadas que hemos asesorado en temas de liderazgo hemos notado que sus equipos gerenciales “Toman nota”, es decir, han labrado un sistema de escribir todo, durante reuniones o fuera de ellas. Toman nota de los detalles, los acuerdos, las fechas, los encargados, entre otras cosas. Esto permite no solo dejar un registro de lo acordado, sino que también facilita el poder darse cuenta de asuntos significativos y delegar el seguimiento efectivo a los acuerdos.

·         Mantener Limpio el escritorio: Otra práctica de efectividad en el liderazgo es la gestión de la documentación, tanto física como virtual, con criterio, disciplina y orden. Entre muchos documentos es difícil hacer seguimiento y estar pendiente de los detalles. Una gestión de gran efectividad usualmente es proactiva en crear sistemas que no dejen nada pendiente, que prioricen; y eso hace estar a la mente más atenta y en posición para abordar los detalles que van surgiendo.


Si bien la búsqueda continua de la precisión no es el único atributo de un líder para la excelencia en su gestión, es sin duda uno que genera belleza, exactitud, resultados y bienestar en la gestión.

viernes, 5 de mayo de 2017

El poder de notar

Los líderes son observadores empedernidos, son quienes usualmente notan detalles importantes que más nadie nota, o los notan antes de que otros lo noten. Esa cualidad les permite poder tomar iniciativas que quizás más nadie toma, o antes de que otros la tomen, y por consiguiente destacarse en los resultados obtenidos tanto en innovación como en el sentido de satisfacción en los clientes internos y externos. Los líderes efectivos prestan atención intencional a lo que sus colaboradores, aliados o clientes piensan, sienten y hacen. Estos líderes han desarrollado la técnica de discernir y “capturar en el aire” los elementos importantes, para así: hacer algo al respecto, nutrir su desarrollo, y posicionarse como líderes que aprecian. En este sentido,  apreciar a otros en su connotación proactiva significa, según el filósofo Mayehoff, “ayudarlos, incrementar su capacidad para darse cuenta de eventos importantes y de sus consecuencias, y nutrir su conocimiento personal” Mayehoff (Von Krogh).
Un ejemplo se puede ver en la película “La Reina de Katwe”. Allí, el coordinador de una iniciativa que ayuda a niños a tener éxito en la vida a través del ajedrez logra notar el interés casi imperceptible de entrar al salón de una nueva niña tímida que apenas se asomó a la puerta; él lo notó, y la invitó a entrar. Eso desencadenó una serie de eventos que luego devinieron en ella convertirse en una gran campeona de talla internacional de ajedrez. Otro ejemplo es Singapur Airlines, una línea aérea que ha recibido un sinfín de halagos y reconocimientos por su buen servicio. Ellos reconocen la virtud en sus azafatas en primera clase de manejar el arte de “captar gestos” en sus pasajeros, y de luego atenderlos en consecuencia. Los líderes notan cosas en medio de su gente y hacen algo al respecto, y además configuran sistemas organizacionales donde su gente sea capaz de hacer lo mismo.  
El arte de “notar” es realmente un arte que conlleva al menos estas dos disciplinas implícitas:
·         Cercanía intencional: Mantener contacto, comunicación fluida y cercana, y un alto grado de indagación con sus colaboradores le facilitan el darse cuenta de lo significativo en sus vidas. Un líder cercano es un líder que se conecta continuamente con sus colaboradores, propicia espacios conversacionales y fomenta relaciones de confianza.
·         Escuchar activamente: Un líder efectivo sabe lo importante de preguntar a su gente sobre su realidad personal, sobre su familia o sobre su trabajo; ya que allí usualmente se encuentra información valiosa que le permite interpretar mejor la realidad  y ser más relevante y coherente a sus necesidades. Lo importante es buscar acción después de escuchar.

En la mayoría de los círculos de gestión organizacional donde florece y se sostiene un liderazgo de gran efectividad, usualmente existe una cultura que atiende al detalle, que se preocupa por la gente y que le gusta ser lo más relevante posible ante sus necesidades e inquietudes.


Te invito a preguntarte continuamente, ¿qué cosa he notado últimamente que sea significativo y que pueda ayudar a algún colaborador a crecer?