Al ayudar al coachee, el coach sabe que para cada meta y aspiración
que este tenga hay una serie de preguntas que funcionan mejor. Un ejemplo en
este sentido es la lista o serie de 85 preguntas que ha configurado a manera
referencial el Observatorio Europeo de
Coaching y que a continuación se enlistan según sus determinados contextos de
aplicación:
- Preguntas para determinar el perfil
del cliente y tenerlo en cuenta al diseñar el plan de acción personalizado.
- Preguntas para reconectarlo /
ayudarlo a encontrar un rumbo.
- Preguntas para ayudarlo a cambiar
de perspectiva.
- Preguntas para la toma de conciencia.
- Preguntas para crear acción.
- Preguntas para establecer la meta.
- Preguntas para diseñar un plan de
acción.
- Preguntas para que el cliente encuentre soluciones propias.
Igualmente,
dentro de cada etapa en una conversación o proceso de coaching conviene usar
ciertos tipos de preguntas. La organización Lifeforming
Leadership Coaching identifica principalmente cuatro tipos de preguntas
poderosas:
1)
Preguntas Directas: Apuntan directamente a la esencia del asunto.
2)
Preguntas Abiertas: Abren la puerta del corazón pero dejan que el
aprendiz dirija la conversación.
3)
Preguntas que provocan el tomar responsabilidad: Se enfocan en
tomar responsabilidad y ser proactivo.
4)
Preguntas Reveladoras: Ayudan al coachee a mirar la situación en
nuevas maneras.
Si bien todo buen
coach construye su propio inventario de preguntas; sin embargo, simultáneamente
precisa afinar su intuición de tal manera que le permita hilar la red de
preguntas en torno al sentido emergente de la conversación y no necesariamente
en función de fórmulas preconcebidas.
Tiene usted su inventario de preguntas? Tome como referencia algún listado pero asegúrese de afinarlo a su propio estilo.
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